¡No llores que pareces una niña!, ¿cómo te va a gustar el rosa si es un color de niñas?, ¡nenaza!, ¡corres como una niña!…seguro que estas frases te resultan conocidas, y el problema es que estamos tan acostumbrados a escucharlas que ya las hemos interiorizado como si tal cosa.
Yo me pregunto, ¿por qué todo lo que tiene que ver con el ser niña se utiliza como algo despectivo, inferior o negativo?
El otro día fui con mi familia a una pizzería, y el camarero cuando trajo unos bolis infantiles que regalaban con los menús, sin pensarlo o preguntar, dio por hecho que mi hijo quería el de star wars y mi hija el de frozen, a lo que mi pequeña replicó que ella no quería el rosa y prefería el mismo que su hermano. O ¿por qué se ve raro que un niño juegue con un carricoche y un muñeco?, ¿no puede ser que tal vez haga lo mismo que papá cuando lo lleva a él y lo esté imitando?
Comparto este vídeo que encontré porque me hizo pensar mucho…yo también fui niña y nunca me consideré más débil que mis compañeros varones. Aprendamos a educar a nuestros hijos en la igualdad y el respeto; después de los últimos acontecimientos sociales que todos hemos visto en los telediarios creo que es más que necesario.
https://www.youtube.com/watch?v=s82iF2ew-yk