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Hasta el próximo año majestades….os esperaremos con la misma ilusión….

Cuando tenemos niños, la Navidad cobra un significado especial, incluso los adultos disfrutamos como niños, viviendo a través de nuestros hijos la ilusión con la que viven la llegada de los Reyes Magos…escribir la carta, los nervios de la cabalgata, los preparativos para la llegada, (en cada casa unos u otros: agua para los camellos, un vasito de leche para que cojan fuerzas y la zapatilla debajo del árbol para que Sus Majestades dejen los regalos a cada miembro de la familia …),la cara de sorpresa al ver los regalos…Y nosotros capaces de todo, capaces de hacer largas colas o recorrer miles de tiendas y gastarnos un dineral en ese juguete que nuestro hijo desea….
Y es que los niños tienen limitado el tiempo para fantasear, para creer en personajes mágicos….después el pensamiento racional gana peso y la realidad se impone a la ficción, y los padres conscientes de ello, tratamos de estirar al máximo estos años, siendo conscientes de que tarde o temprano llegará la temida pregunta….¿mamá, papá …vosotros sois los reyes magos?.
Es posible que aún todos recordemos el día en el que alguien nos desveló este secreto, un secreto que va pasando de generación en generación con el objetivo único de crear y mantener la magia y la ilusión. Todos recordamos la gran decepción cuando nuestros padres reconocían que ellos eran los Reyes Magos…..
Unos niños preguntan antes, otros más tarde, los más precoces dejan de creer a los 7 años, una vez que pasa la fase de pensamiento mágico…los más tardíos pueden llegar a creer hasta los 11 u 12 años. Factores como el grado de madurez, la influencia del grupo de iguales, el cuidado de los padres al esconder los regalos…hace que sea antes o después.
Y, ¿qué hacer cuando nos preguntan?…
No es aconsejable desvelar a los niños este secreto mientras se encuentran en una etapa evolutiva temprana y no pueden entender todo lo que rodea a «este misterio». Más allá de los regalos, los Reyes Magos representan una tradición cultural o religiosa llena de emociones, magia e ilusiones.
Si los niños son más maduros, podemos la oportunidad para charlar un rato con él. Es aconsejable que antes de precipitaros a responder intentéis averiguar qué es lo que ya sabe preguntándole “¿tú qué crees?”, y tanto si os dice que sí o que no, seguid con un: “¿Y por qué?”. Puede que vuestro hijo aún no esté preparado para descubrir la realidad por lo que estaríais cometiendo un error si, apelando a la honestidad, les contarais toda la verdad, pero por el contrario, si él ya tiene una edad suficiente y en su clase todos sus compañeros no paran de repetirle lo mismo quizás necesite que sus padres se lo confirmen.
La respuesta de los niños al conocer el secreto puede ser muy diferente, algunos reaccionan con enfado, otros con tristeza, indignación, desilusión, y otros se emocionan sabiendo que ahora ellos pueden participar en el juego preparando los regalos para sus hermanos pequeños e incluso alguno demuestra una gran sorpresa al descubrir que sus padres han sido capaces de darles tantos regalos durante tantos años.
No debemos temer el momento, si vuestros hijos acuden a vosotros es porque sienten confianza.
Para atenuar el impacto, desde Cips Psicologos os recomendamos una historia para contar a los niños en ese momento en el que descubren la realidad de los Reyes Magos…

Los Reyes Magos existen

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